Los niños con discapacidades, tales como físicas, de desarrollo, intelectuales, discapacidades emocionales y sensoriales – tienen un mayor riesgo de ser acosados e intimidados. Algunos factores son: vulnerabilidad física, desafíos de habilidades sociales o intolerancia en sus entornos — puede aumentar el riesgo. Las investigaciones sugieren que algunos niños con discapacidades también pueden acosar/intimidar a otros.